El movimiento slow es una tendencia, o más bien una filosofía de vida, que nos propone un cambio en nuestra forma de trabajar, de hacer las cosas y de concebir el mundo.
Si algún día se te da por pararte en medio de la calle a observar a tu alrededor, lo más probable es que descubras que estás ante un mundo acelerado. Todo irá a una gran velocidad y lo peor de todo, es que tú también formas parte de ello.
Ya no sabemos cómo vivir cada momento. Nuestra vida se acelera cada vez más y no somos capaces de vivirla. La sociedad está obsesionada con la velocidad y la rapidez; no sólo queremos cosas, sino que las queremos ya mismo, hasta el punto de que si las consiguiéramos más tarde ya no nos resultarían igual de interesantes.
El concepto en el que se basa el movimiento slow nos propone un nuevo enfoque cultural en donde se busca ralentizar ciertos momentos para que podamos disfrutar más de los mismos. Para ello se debe de racionalizar, evitando hacer las cosas demasiado lento. En definitiva, se busca encontrar la velocidad que requiere cada situación.
Nos hemos acostumbrado a ver perezosas a las personas que trabajan a un ritmo más lento, sin embargo, a nadie beneficia que nuestro cuerpo esté sometido a condiciones de trabajo que vayan más allá de unos límites. Esto no nos hará más productivos, sino que producirá problemas de salud importantes en el futuro.
Conseguir incrementar la productividad laboral no debe de sacrificar nuestra calidad de vida. Por ejemplo, cuando decides tomarte un descanso en tu trabajo, cuando decides darle un respiro a tu cuerpo y a tu mente, te concentras mejor, se incrementan tus niveles de productividad y tienes tiempo para alcanzar tus objetivos. Por ello, la clave no está en trabajar más, sino en trabajar mejor.
Muchas empresas ya están empezando a aplicar el movimiento slow en sus empleados. Con ello consiguen:
Aumentar la productividad en un 12%.
Reducir los costes generados por enfermedades de empleados en un 19%.
Se reduce la rotación del personal hasta en un 46%.
Los principios clave del movimiento slow
El movimiento slow se basa en unos principios que vamos a analizar a continuación:
Trabajar menos puede ser trabajar mejor
Como ya hemos visto, el hecho de estar todo el día en la oficina no tiene que traducirse necesariamente en un incremento de la productividad, sino más bien en todo lo contrario.
Si ni tu mente ni tu cuerpo descansan, estarás tan saturado que serás incapaz de concentrarte y cumplir con los resultados que te están exigiendo.
Si descansas correctamente conseguirás lo que te propongas.
La importancia de los descansos en el ámbito laboral
Los descansos ayudan a recargar las pilas del cuerpo y de la mente. Tener algunos minutos para descansar del ordenador, de los clientes, o de cualquiera que sea el trabajo es muy positivo.
Incluso hay empresas que permiten que sus trabajadores se echen una pequeña siesta, que mediten, ya que así podrán hacer las cosas concentrándose más y obtener buenos resultados.
Desconexión
Las marcas nos han vendido la idea de que tenemos que estar conectados en todo momento. Muchas personas ni tan siquiera desconectan cuando están con su pareja (en torno a un 20%), lo que puede causar problemas conyugales importantes que deriven en una separación.
¿Sabías qué recibir un correo electrónico mientras te intentas relajar puede costarte hasta 15 minutos de productividad? Por ello, el movimiento slow también establece crear una rutina en la que tengamos tiempo para desconectar de las tecnologías.
Trabajo en equipo
El movimiento slow también promueve el trabajo en equipo. El empleado debe entender que no va a conseguir los mismos resultados trabajando por sí solo que si lo hace junto a un equipo en el que confía.
Autonomía y libertad de los empleados
Las empresas, por su parte, deben de dar cierta libertad a los empleados. Tienen que encontrar la manera de ser más abiertas y democráticas en relación a cuando un empleado quiera expresar una idea, poner una queja o reclamación, presentar un problema, etc.Trabajar al ritmo adecuado
Por lo general, el movimiento slow se traduce en cómo trabajar más despacio, pero conviene entender que en este caso “lentitud es sinónimo de calidad”:
Los logros y trabajos más importantes no los vas a conseguir de la noche a la mañana, sino que llevará un determinado tiempo.
Cambio global
Implantar el movimiento slow en la empresa tendrá asociado un cambio de enfoque y cultural abrumador. Por ello, toda la jerarquía de la empresa (empleados, socios, clientes, colaboradores, aliados…) debería participar activamente en este nuevo movimiento.
Empresas como Google, Netflix, Wolskwagen o Evernote ya siguen el movimiento slow y hay que ver lo bien que les va. Si empiezas a hacer lo mismo en tu vida, tanto si tienes o no una empresa, seguro que no tardas en apreciar los resultados.

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Equipo Meaning
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